Lectura a canvi d'un cafè / Invitas?

dimecres, 19 d’agost del 2020

Reportatge sobre el llegat d'un dels impulsors del piragüisme a Lleida

Avui comparteixo un reportatge publicat recentment al diari LA MAÑANA  de Lleida al voltant de la figura d'un dels impulsors del piragüisme a les terres de Ponent. El piragüisme es tracta d'un esport que al llarg dels anys ha anat aportant pàgines molt destacades de la pràctica esportiva lleidatana.

El legado de un impulsor del piragüismo

Josep Maria March Pampols fue campeón de España y el primer presidente de la Federació Catalana de la especialidad del remo

El pasado 20 de agosto de 2016 Saúl Craviotto daba su última palada en su prueba de K1 200 metros de los Juegos Río y se colgaba su cuarta medalla olímpica. A punto de cumplirse cuatro años de ese hito, y mientras el palista leridano se entrena para volver a aparecer el año que viene en Tokio y encumbrarse junto al mítico David Cal, es bueno adentrarse en el pasado para dar valor a los impulsores del piragüismo en Lleida con motivo del reciente fallecimiento de Josep Maria March Pampols, que durante muchos años fue una de las principales fuerzas motoras de este deporte en nuestras tierras.

Los dorados años 60 fueron tiempos de muchos despertares. Entre ellos, el deporte floreció con ímpetu y en Lleida el piragüismo fue tomando cada vez más altura aprovechando los incomparables parajes con los que cuenta la provincia para la práctica de esta disciplina y la unión que se instigó entre los diferentes amantes de este deporte.

Esta década se caracterizó por la unión de las voluntades de una generación de impulsores del deporte de la piragua que, siguiendo la estela de los anteriores pioneros, supieron cristalizar hitos como la fundación de la Federació Catalana de Piragüisme, que llegó años después de sus primeros éxitos, concretamente el día 13 de noviembre de 1982. De estas personas, el hombre que tuvo el honor de ser elegido como primer presidente de esa nueva entidad, Josep Maria March Pampols (16/5/1943), nos ha dejado recientemente tras una larga enfermedad. Con motivo de este hecho, es de justicia profundizar a través de estas páginas en el legado de un impulsor del piragüismo en Lleida, que también tuvo inquietudes en otras disciplinas, como el tenis de mesa, y sin el trabajo del cual, junto con el del resto de personas que lo acompañaron y a las que acompañó, no se entenderían los éxitos actuales de nuestro piragüismo y que de forma tan destacada representa una figura como el del cuatro veces medallista olímpico, Saúl Craviotto.

Josep Maria March Pampols, pastelero de profesión, tuvo también una presencia significativa en la federación leridana de piragüismo de la que fue el cuarto presidente, y en clubes como el Club Nàutic, del que fue cofundador o el club Huracanes, donde empezó y del que siempre defendió los colores. Los otros clubes destacados eran la Agrupación Deportiva Antorcha y el Sícoris Club, que con el paso de los años se ha convertido en un referente del piragüismo en Lleida.

Pero para saber más de las inquietudes del personaje podemos remitirnos a sus propias palabras. Y es que este diario ha tenido acceso a varios documentos que recogen la trayectoria de Josep Maria March Pampols, cedidos por la familia para elaborar este recordatorio con conocimiento de causa.

“Mi vida deportiva ha sido, después de la panadería y la familia, lo que ha monopolizado mis ratos de ocio”, escribía. “Empecé a los dieciséis o diecisiete años a practicar el piragüismo. Por aquel entonces hacía poco que se había formado la Federación Leridana de Piragüismo”, explica. En esa época coincidió con otros impulsores como Elíseo y Ramon Gairí o Rosendo Mesalles, entre otros. Así pasó horas imitando los movimientos de los referentes que tenían por delante aprendiendo las técnicas que luego haría en la embarcación.

éxitos deportivos

March cita en estos escritos a un gran rival, Joaquín Larroya (5 veces campeón de España en todas las modalidades de aguas tranquilas), pero pese a ello Josep Maria March obtuvo destacadas victorias con la piragua, con la que empezó a competir a los 18 años. March se alzó campeón de España de descenso en aguas bravas en 1965, año en el que también fue campeón de España de eslalon. En 1963 había sido elegido mejor piragüista de Catalunya  y obtuvo varios campeonatos catalanes también. En 1966 fue subcampeón de España de descenso y después regresó a la piragua como veterano a partir de 1985 consiguiendo también algunos buenos resultados. Así mismo, también tomó parte en algunos campeonatos de España de aguas tranquilas.

Con esta trayectoria deportiva es lógico pensar que March Pampols quisiera seguir ligado al piragüismo también desde labores organizativas. Presidió la federación leridana durante unos dos años y fue elegido primer presidente tras el acta de constitución de la Federació Catalana de Piragüisme en 1982. Estuvo en la presidencia de este organismo hasta 1986, año en el que dimitió por motivos profesionales y familiares, ya que quería dedicar más y mejor tiempo a los suyos después de una vida entregada al deporte. Fue nombrado presidente de honor. Fue un tiempo clave para aglutinar el deporte y dotarlo de las estructuras de las que se ha beneficiado la formación, por ejemplo en Sort, hasta nuestros días, y que permite tener una gran cantera.

Las inquietudes de Pampols fueron más allá del piragüismo. “Mi afición por el deporte empezó de muy joven y practiqué fútbol y patín”, escribe. También se implicó en la vida vecinal involucrándose en la primera asociación de vecinos de El Clot. Uno de estos deportes por los que se interesó fue el tenis de mesa. En esta disciplina, después de unos primeros escarceos, se sumergió con más profundidad a los 25 años. “No dudamos, junto con un grupo de amigos, de pasarnos hasta cuatro horas diariamente entrenando en el almacén contiguo a la panadería con una mesa que nos hizo un carpintero”, explica March Pampols en sus escritos. Como pasa en las buenas historias románticas, se pasó del almacén de la panadería a ganar varios campeonatos provinciales por equipos. La implicación con el tenis de mesa le llevó también a formar parte de la formación de la primera federación de Tenis de Mesa en Lleida, de la cual fue vicepresidente, contribuyendo a una tradición que llega hasta nuestros días. La familia recuerda todavía que un jugador japonés fue quien le enseñó sus secretos.